El interés del inversor por el ladrillo, la gran liquidez del mercado, las perspectivas de recuperación de la economía y unas rentabilidades superiores a las de algunos mercados del entorno mantienen el negocio inmobiliario en España al rojo vivo.
El interés del inversor por el ladrillo, la gran liquidez del mercado, las perspectivas de recuperación de la economía y unas rentabilidades superiores a las de algunos mercados del entorno mantienen el negocio inmobiliario en España al rojo vivo.